Las nubes, al fin, ya no dominan por completo el cielo y durante la mayor parte del día el sol daba calor a nuestros viejos huesos...
A las diez y media me levanté, y comencé a preparar las cosas para el petit dejeuner, desperté a Carlos, quien en relativamente poco tiempo se espabiló y llamé a Sandra para que se fuera despertando (estaba dormida -o eso dijo Salma-, y eran las once, la muy floja).
Aprés del desayuno fuimos Carlos y yo al Auchan, Sandra no fue porque tenía el gemelo dolorido (probablemente era una excusa para poder estar sentadita, jejejej). No nos distrajimos mucho
Después de la comida... ya ni me acuerdo qué hicimos... voy a preguntar a Carlos. Ya sé, yo fregué los platos mientras que Carlos y Sandra no hacían nada en especial, y tras ello nos fuimos (Carlos et moi) con Toufik a lavar la ropa en la video-laverie, que dejó más de una camisa con olor a sudor (y detergente se le echó bastante, Carlos tres vasos, y también suavizante).
Una vez la ropa estuvo medio seca las metimos en las bolsas y volvimos a nuestra estancia, donde Carlos, como he dicho más arriba, ¡ordenó el armario! Yo me conecté y Sandra también...
1 comentario:
Emmmmm...
Pues si Carlos ordenó la habitación, quizás estaría mejor deci que "limpió los estadios de aurigas".
Magnífico, sensacional, ¡brutal!
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