viernes, 22 de junio de 2007

¡Al fin! (Día 53)

Por exigencias del guión (me lo pidió Sébastien el día anterior) no tuve más remedio que levantarme diez minutos antes de lo habitual, para así llegar antes a las prácticas y dar, ahora sí, los últimos retoques al sitio Web (además de hacer al menos una paginilla nueva).

Me costó un peu más de lo habitual levantarme, y es que aunque sean sólo diez minutos de nada algo se nota, pero no era nada que no se arreglara con un lavado de cara con agua fresca. De nuevo desayuné cereales (mañana creo que comeré otra cosa) y después de ello me fui a poniendo un pie delante del otro una y otra vez hasta llegar a la Quinconces, donde cogí un tranvía y me lo llevé a cuestas hasta la parada Doyen Brus.

Del tirón me dirigí al despacho de mis jefes, y mi tutor me acompañó arriba con su clé (así llaman a los lápices USB -traducido es "llave"-), que contenía imágenes y información personal de Charles (el que se ha encargado de realizar buena parte de las imágenes 3D). Durante toda la mañana me acompañó y me indicó qué tenía que modificar (que eran prácticamente TODAS las imágenes y algún texto), Sébastien también apareció en alguna ocasión.

Antes del almuerzo ya estaba todo listo, por lo que quedamos con Nicola (que no sé si es secretaría, pero se encargará de mantener el sitio) para aprés-midi subir al servidor el Web.

El almuerzo consistió en patatas fritas con "no sé que exactamente", y es que era carne un poco grasienta, pero ya no sé más sobre ella. Más eso no es lo más reseñable, y quizás sí lo sea el hecho de que yo me llevara la cámara para hacernos algunas fotillos (aunque Vimal estuvo ausente, y es que le resulta poco picante la comida que ponen). Después del almuerzo nos tomamos un café, sí, nos tomamos, pues yo también lo hice (pero fue un capuchino) por vez primera, nos invitó el bueno de Andrés (el argentino, por si alguien no se acuerda). Ah, y durante el almuerzo estuvimos hablando, entre otras cosas, de los toros y otras costumbres raras, y creo que a todos los allí presente no gustábamos de dicho "festejo"; las otras costumbres fueron la tomatina, alguna fiesta del agua, la fete de la musique, etc... Y durante el café nous parlons sur filología hispana. Me lo pasé bastante bien, la verdad.

Ya arriba, esperé unos minutejos a mon tuteaur y me dijo que debía pulir un par de detalles, lo hice y aprés nos dirigimos a pocos pasos para ponernos al lío y subir el sitio a Internet.

En un principio no tenía claro cómo iba a ir aquello, ya que pensaba que era un sitio independiente y no uno dependiente de otro como así es; pero nada, tras solventar algunos problemas (sobre todo idiomáticos, a pesar de tener a Juan allí) logramos colocarlo en su sitio y ya se veía en Internet, peroooo... Surgieron otros problemas, y es que el enlace que hicimos desde el sitio padre no iba como debía, pues no se habría en una página distinta, sino en la misma (dentro de los marcos, o frames, de ésta), y por más que ponía en el enlace "blank" no furulaba, pero al final sí que lo hizo (en realidad era un problema del Dreamweaver al actualizar). Eso mismo nos pasó con algún que otro enlace, pero se solucionó aussi.

Y tras terminar por fin con todo el jaleo (ya por último se fue Juan y Nicola llamó al otro Juan -el español- para hacer de intérprete un momento), me despedí de Nicola (mañana no viene) y tras mirar cuántas visitas llevaba el blog (mil ochocientas sesenta y algo, no estaba mal) y mi correo, me fui a mi casita con el tranvía.

Bueno, y ahora voy a rellenar el Europass (que lo recibimos ayer noche, ¡¡por fin!!) y después cenaré, y tras la cena actualizaré el blog o me iré directamente a salir (según lo que avise Carlos), y ya mañana escribiré sobre ello, pues hoy es la Fête de la Musique, o sea, la Fiesta de la Música.



Tardamos un poco en salir ya que Carlos se suponía que iba a mandarme un mensaje cuando lo hiciera, así que esperamos con paciencia en la habitación, yo actualizando el blog y navegando por la Red. Pero ya llego una hora en la que me cansé de esperar, así que propuse a Toufik ir a la catedral y si allí no había nadie pues irnos al río; a éste le pareció bien, y a Rocío también.

Cuando llegamos a la Quinconces nos dimos cuenta que en Burdeos hay realmente mucha gente, nunca antes había visto tanto personal en la calle; aunque también nos percatamos que por ese mismo hecho no había tranvía, por lo que tocó andar. Es una pena que se me olvidara la cámara de fotos, porque de otro modo os mostraría la de gente que había, por ejemplo, junto al Grand Theatre, o lo llena que estaba la calle... que ya no recuerdo el nombre pero que es un viaje de larga y lleva hasta la Victoire. Y los alrededores de la catedral también estaban repletos de personal, y allí también se encontraban nuestros camaradas (que así se lo habían comunicado por móvil a Toufik), aunque fue Sandra las que nos encontró a nosotros. Bueno, allí estaban, además de la mencionada Sandra, los dos Carlos, Salma, Gael, Gabriel y una chavala que se me olvida el nombre (creo que es Nabila), pero que es de Ubrique.

El ambiente era... musical, pues sí, y es que había por allí una banda de música, por otro lado ponían música reggie y casi por cada esquina ponían algo distinto. Pero no nos complacía la musique que nos acompañaba, por lo que decidimos ir para el río a ver como estaba la cosa (pero tardamos un rato en hacerlo, y vimos como unos individuos jugaban con fuego literalmente, y como Salma bailaba a pesar de que afirmaba que la música no era de su gusto). Por el camino observamos el ambiente, y era bueno, bastante festivo (como corresponde), y cuando llegamos al río pudimos ver que estaba todo lleno, pero que allí no había música, pero si que hubo fuegos (con los que tuve otro "momento romántico" con Sandra, pues nos separamos del grupo para verlos mejor) y una tía con las bragas en la cabeza, que miramos con ojos críticos (los fuegos artificiales, no la tía de la bragas en la cabeza) y es que excepto algunas cosillas que eran fabulosas, el resto no es que se lo hubieran currado mucho. Después de las fuegos (en realidad fue un poco antes que nos separamos), Salma, Sandra y la otra chavala decidieron marcharse, pero los dos Carlos et moi nos quedamos, y Rocío y demás no sabíamos donde estaban.

Una vez finalizo los fuegos de artificios fuimos en busca del personal, y para ello tuvimos que dar alguna que otra vuelta inútil por culpa de necias explicaciones, pero encontramos a nuestros compañeros y estuvimos a la orilla del Garona hasta que el frío nos echó y nos introdujimos por las calles de Bordeaux. Sorteamos a todo tipo de gente y de música, y nos quedamos un rato más que decente en un lugar en el que ponían música hispana y el ambiente era tres bon, en dicho lugar más de uno (y de una) se bebió algún que otro ponche, y bailamos y nos reímos beaucoup. Ah, hay algo que se me ha olvidado, y es que al irnos de la ribera del río dieron con nosotros Dani el "Hombre Récord", Jeni, Ludivine (antes Lulu) y la petit de Lidia.

Una vez el personal se cansó de estar en el mismo endroit, pues nos desplazamos de nuevo por las orinadas calles (si, allí el personal meaba donde podía) y acabamos otra vez en Hotel de Ville, aunque allí el ambiente se había enfriado (literalmente) un poco, y además los de la música reggie tenían problemas técnicos (los de la banda no). Pero aun así el ambiente estaba bien, por lo que nos quedamos allí hasta las tres y pico, que es cuando Rocío y el que escribe nos largamos.

Durante la travesía de vuelta, además de observar que ya no había tanta gente en las calles, comenzó a llover para abajo, y mojaba el agua... Al principio eran cuatro gotas, pero la cosa fue aumentando y nos obligo a cobijarnos, mas como no tenia visos a que finalizara pronto Rocío, en un alarde de valentía y generosidad, se quito la chaqueta y la usamos para cubrirnos. Y así llegamos a nuestro hogar, yo arriñonado perdío, y relativamente seco.

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