miércoles, 20 de junio de 2007

Súperjornada laboral, y otra noche de fiesta (Día 51 -19/06/2007-)

El día del martes fue un día largo, al menos en lo que se refiere a la jornada laboral, y es que me di una pechá de las buenas a cuenta de que debía terminar el sitio Web. Fueron nueve horas y media de intensa actividad.

A eso de las once y algo Jean Marie fue de visita, aunque no de improviso, puesto que ya estaba acordada. En el momento en el que llegó sonriente estaba yo con mi tutor repasando algunas cosas del sitio, venía para mi evaluación en las prácticas. Y no fue mal del todo, Schatz me puso un par de satisfactorios, dos o tres bien y otros dos o tres muy bien además de un "no evaluable".


Una vez se fue Jean, continué con mi tutor repasando todas las páginas, y llegaron las doce y seguíamos, y Juan apareció en mi busca pero observó que aún nos quedaba y por lo tanto se largó. Sobre las una terminamos, aunque antes Schatz me dijo que tenía que terminar o terminar la Web dicho día y que la imprimiera, ya que al día siguiente se debía realizar la última corrección.


Al ser tan tarde Schatz me propuso comer con él, y así lo hice. Y hablé bastante (en francais), ya que me preguntaba cosas, ya fuera acerca de la Web o sobre lo que iba a hacer cuando regresara a España, o si Cádiz estaba bañada por el Mediterráneo, etc.... En alguna ocasión se tuvo que ayudar con papel y lápiz para explicarme lo que quería decir, pero por lo demás fue bien. Por cierto, el almuerzo consistió en arroz con algo que ya no recuerdo (¿pollo?) -_-.


Después de la comida estuve todo el rato a piñón corrigiendo detalles y haciendo los menús y alguna paginilla nueva, tras ello imprimí todo el sitio y se lo entregué a Schatz, me fui a las siete menos cuarto de la tarde, cuando lo normal es a las cinco.


Tras el trabajo quedé con Sandra, con la que pasé un ratillo por los alrededores de la catedral (e incluso fuimos a misa -que va, ya estaba terminando-).


Y después cogí el tranvía hacia mi hogar, donde esperé a Toufik, que debía aparecer con unas cuantas pizzas bajo el brazo (la señora no estaba, pero encargó un par), pero cuando lo hizo no llevaba nada bajo el sobaco, pero sí algunas dudas en la cabeza. Y es que no tenía ni idea dónde se encontraba la pizzería, pero gracias a las indicaciones de las portuguesas y que le acompañara Rafa y yo a la siguiente búsqueda dimos con la dichosa pizzería. Las (dos) pizzas eran... bueno, medianas tirando para pequeñas, y con ellas se suponía que debíamos comer nueve personas... menos mal que allí sólo habíamos tres más otros dos o tres que debían aparecer, y menos mal que alguien había hecho gazpacho.

Por la noche salimos (Toufik no), aunque con la intención, al menos yo, de no estar mucho tiempo, pero al final pasa lo que pasa y uno se engancha allí con el ambiente y tal. Y es que estábamos de nuevo con la alegre compañía de los marineros mejicanos, además de los otros compañeros (Rocío, el otro Carlos, Lidia, Hombre Record, etc.), y el personal se hartó de cerveza caliente o medio fría, de echarse fotos y de charlar, y así estuvimos hasta las dos y pico de la madrugada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Soy el visitante 1899.... Quiéen sera el 2000?