viernes, 4 de mayo de 2007

Un día como cualquier otro (Día 4)


La crónica del jueves comienza muy tarde, sobre las una de la madrugada. A esta hora, en la que estaba durmiendo tranquilamente en la camita, aparecieron Carlos y Sandra con risas, jolgorio y mucha hambre, así que me despertaron con el cachondeo y me molestaron :-( un ratillo mientras se comían el arroz con leche que nos había quedado del día anterior, y hasta que no se lo terminaron no me dejaron tranquilo... Ellos venían de recepción, donde hay conexión a Internet, y al parecer se lo habían pasado en grande hablando por el messenger con el personal.

A las nueve sonó el despertador (móvil) de Carlos, pero no le hicimos caso, así seguimos hasta las nueve y media, que sonó el mío y nos fuimos despabilando por completo. No desayunamos, ya que sólo teníamos curso por la tarde, o sea, a partir de las una y media; así que sobre las diez comenzamos (en realidad lo hizo casi todo Salma) a hacer el almuerzo y a las doce menos algo comenzamos a comer. Se trataba de pollo al limón, con mucha salsita, con la cual Sandra se dio un baño en toda regla cuando intentaba cortar un trozo de carne... no tuvo otro remedio que cambiarse de ropa.

Tras comer bajamos y después de esperar al resto de los compañeros un rato, cogimos el tranvía. En éste nos sucedió algo interesante, en ellos ninguno de los días en los que hemos montado ha aparecido ningún revisor ni nada por el estilo, así que más de uno nos hemos preguntado por qué la gente pagaba los billetes. Hoy, cuando íbamos a bajar en nuestra parada, unos tipos bien vestidos estaban en medio de la puerta, yo y todo el mundo pensamos que eran pasajeros que querían entrar, pero sin embargo se mantuvieron quietos y nos obstruían el paso, resulta que eran revisores; había dos o tres en cada puerta del tranvía, nosotros les enseñamos las tarjetitas y ya está, pero sin embargo unos compañeros se tuvieron que bajar en la siguiente parada ya que no les dejaban pasar, o sea, no les dio tiempo de enseñarle los billetes a tiempo para bajar en la nuestra. Después, en la parada de bus, nos comentaron que habían multado a alguno, y que la cantidad que debían dar era de cuarenta y cuatro euros... y luego nos quejamos de las multas de Renfe.

Después del curso dimos una vuelta (cosa que no teníamos pensado hacer, pero lo hicimos para ir con todo el grupo), llegamos hasta el río, y descubrimos que toda aquella zona realmente es preciosa, repletas de edificios, algunos palacios (o eso parecen), del siglo XVIII. El río es bastante grande y además practicable para grandes barcos, allí mismo había un crucero alemán.




Sobre las siete volvimos al hotel, donde comimos un par de sándwiches de revuelto de huevos con salchichas.

Otra cosa, hoy el tiempo ha sido algo más agradable que el resto de la semana, amaneció soleado, pero a partir que avanzaba el día iban apareciendo nubes, aún así no ha dejado de hacer sol casi en ningún rato.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ole que arteeee!!!joerr anoche me lo leí enterito y me acaba de decir Sandra que puedo dejar coments lo cual me gusta :P
Pareció que estuviera alli con vosotros,y que hartón de reír me di jajajaja los choques turisticos,el otro con la bolsa XDD fue buenisimo jajaja
Me pasaré por aquí seguidamente para tener un seguimiento de vuestros días por tierras francesas :P y así tener vigilada a San :P jajajaja cuidateee eh??
1 beso a todos esos franchutes y cuidaros,a seguir pasandolo tan bien y poner fotillos :P
muaaaaks!!