jueves, 3 de mayo de 2007

El comienzo del curso -y los primeros choques culturales- (Día 3)

No tuvimos otro remedio que levantarnos temprano, a las siete, para tomar el petit dejeune e irnos para coger el tranvía y el posterior autobús para después ir al Insup, o sea, donde realizamos el curso (ellos son también quienes se encargan de las entrevistas y demás). Por cierto esta ha sido la primera vez que nos hemos reunidos todos los del grupo, más una chavala que tiene una beca Leonardo.

El primer día de curso, aunque largo (comenzó a las nueve), ha sido bastante entretenido y didáctico, si los profesores en España dieran el francés así aprenderíamos algo seguro. Y la conclusión que hemos obtenido es que Sandra, Carlos y yo no es que tengamos muchos conocimientos (cosa que ya sabíamos), de hecho somos los peores de la clase junto a otros dos y Salma es de lo mejorcito, o sea, que habla francés la mar de bien; aún así no creáis que estamos fatal, dentro de lo que cabe nos defendemos, a ver la entrevista... (que no sé cuándo será).

A las once (¿o las diez y media?) tuvimos un descanso, el cual aprovechamos para ir a una boulangerie (panadería -_-) donde compramos algún dulcecillo, bastante bueno por cierto. Y fue en el camino de vuelta al Insup que Salma tuvo un choque cultural... contra una farola.

A las cinco terminamos las clases (de 12:30 a 1:30 hubo un descanso para almorzar) y nos fuimos andando casi todos al Meriadek, o sea, el centro comercial, al que íbamos con la intención (al menos nosotros) de comprar algún libro o bande desinée para adquirir un poco más de vocabulario; aunque al final fue sólo Carlos quien compró uno (De la Terre a la Lune, de Jules Verne), y acabamos por hacernos con una trituradora manual y una sartén (ya que las que tenemos aquí están muy ralladas). En el Auchan, por cierto, se pagan las bolsas, así que aprovechamos una que tenía en mi mochila, en el preciso momento que Carlos la sacaba de esta la cajera dijo "Bonsoir", y va y Carlos contestó "Bolsa no" negando también con una mano... A la pobre cajera le tuvo que entrar algo seguro... Ah, en dicho centro me topé con las ediciones en DVD de Nausicaä y Totoro... qué envídia me dan los franceses en ese aspecto, de aquí a que salgan en España las ranas criaran una buena melena.

Tras ello pillamos el tranvía y nos fuimos al hotel, donde hicimos la cena (ensalada de arroz) y ahora mismo estoy sufriendo yo en mis carnes un choque cultural intestinal...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Soy Esperanza. Ya te contará Sandra quién soy. Muy buena la anécdota del bonsoir. Sigue contándonos vuestras aventuras, que nos riamos un poco. Pasadlo muy bien.

Neovallense dijo...

Gracias por tu comentario, Esperanza, ya me comento Sandra que habia hecho algo de publicidad, espero que continues leyendo nuestras peripecias.

Saludos.

Anónimo dijo...

Espe!! gracias por pasarte por aqui!! lo del Bonsoir fue un puntazo, porque solo me di cuenta yo, y tuve que aguantar la risa un rato, hasta que reventé y me fui para alante llorando de la risa jajaja

besitos!!!