lunes, 28 de mayo de 2007

No pasarán (de hecho, no pasaron) (Día 28 -27/05/2007-)

Al acostarnos nos aseguramos de que nadie nos pudiera despertar a una hora indebida: quitamos volumen al teléfono (aunque yo le dije a Carlos que mejor lo descolgáramos), cerramos la persiana al máximo, etc... Más tarde, cuando llamaron por teléfono, Carlos se hizo el dormido y dejó dicho aparato descolgado para que no volvieran a molestar, yo caí en esos instantes en cerrar la puerta de la cocina para evitar que fastidiaran más de la cuenta. Bueno, y las muy pesadas :-) llamaron a la puerta en varias ocasiones, al móvil de Carlos (el mío estaba bien apagado), e incluso intentaron entrar por la ventana (bueno, esto último es mentira...) mas no pudieron con nosotros, jia jia jia...

A las una aproximadamente, me levanté para ver la Fórmula 1 y comenzar a hacer el almuerzo, que consistiría en carne de cerdo (según Sandra y Carlos) guisada con tomates y demás, o sea, carne en salsa con tomate natural, tomate frito y salsa boloñesa (pues no teníamos mucho tomate frito -de hecho, el que teníamos fue una "herencia" de los forestales-), ajos y cebollas. La receta me la pasó una buena amiga, y el resultado fue fabuloso; ah, también hicimos patatas fritas para acompañar.

Prosiguiendo por orden cronológico los acontecimientos, continúo explicando que iba a comenzar a hacer el almuerzo cuando llamó a la puerta Sandra, que venía con el pensamiento de "comida". Ella me echó una mano cortando los tomates mientras que yo me dedicaba a descuartizar los ajos, y posteriormente ambos nos acordamos de nuestros familiares y lagrimeamos por ello cuando procedimos a cortar la cebolla. Carlos dio señales de vida en esos momentos, supongo que porque le dio pena de vernos llorar a los dos desconsoladamente.

Pusimos a Carlitos a pelar papas, yo me dediqué a comenzar a sofreír los ingredientes y Sandra inspeccionaba a ambos, aunque no tardó en ponerse a pelar y cortar patatas. Mientras se hacía la comida veíamos la Formula 1 y charlábamos de cosas más o menos banales, mientras que Salma cocinaba su almuerzo en la otra habitación. La única tapadera que tenemos la estaba usando ésta, por lo que usamos un plato grande que nos dejaron los forestales ya hace un tiempo, y gracias a ello me quemé con el vapor un par de dedos... aunque he sobrevivido y sigo pudiendo escribir, por lo que no debéis temer que este blog cierre por un accidente "laboral". Almorzamos todos juntitos (Salma se trajo sus macarrones de su habitación), y como ya os he adelantado antes, la carne estaba para chuparse los dedos (calidad, calidad).

Alonso ganó, aunque apenas me percaté de ello, pues Carlos me estaba hablando en dicho momento, mas Hamilton fue segundo y están empatados a puntos, Massa los sigue de cerca y Raikonnen parece estar perdiendo fuelle (y tras estos minutos deportivos continuamos con la información del tiempo -_-).

La tarde la pasamos escribiendo en mi caso y charlando, mirando las fotillos del día anterior, y la noche la pasamos viendo (en grupo) Titanic en francés (nos hartamos de llorar todos, y no por la película, sino por una cebolla) y posteriormente nos deleitmos con 300 en el ordenata de nuestro camarada revolucionario. Sobre las tres de la madrugada nos acostamos para dormir... y dormimos.

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