Me reveille a las diez y media de la mañana, pero hasta las once no me levanté. Carlos tardó algo más es espabilarse, como es normal.
Al final hoy no hemos ido de turismo en toda regla, ya que Salma se encontraba mal por culpa del lumbago (la vejez, ya se sabe), así que dedicamos el día a otros menesteres. Sandra y yo, después de desayunar, fuimos en busca de una lavandería por la zona, para ello preguntamos en la recepción del hotel donde la recepcionista (que sabía algo de español) nos indicó dónde podría haber, que era cerca de la iglesia, por donde hicimos la primera compra. Buscamos por uno y otro lado, y preguntamos a un par de señoras, pero al final no dimos con ningún lugar donde poder lavar la ropa, por lo que decidimos ir a la que habíamos visto días atrás no muy lejos del centro. Para ello, evidentemente, debíamos de coger el tranvía y parar en Hotel Police (lo hicimos en una parada anterior ya que no sabíamos si la siguiente caería más cerca), durante el trayecto a pie hacia la lavandería Sandra tuvo un choque cultural con una farola, aunque tranquilos, sólo sufrió un brazo. Ya en la lavandería (en la que también se pueden alquilar películas O_o) nos ofreció su ayuda un chaval que entró a secar su ropa, ya que no teníamos ni pajolera idea de cómo iba aquello, Sandra le preguntó incluso sobre la cantidad de detergente que debía echarle...
El lavado iba a durar unos cuarenta minutos, por lo que salimos a dar un paseo, y acabamos visitando la biblioteca, que es por cierto bastante grande, un edificio moderno (que Carlos denomina mamotreto) y que la verdad a mí me parece bonito.
Después de dar finalizada la visita al museo nos dirigimos de nuevo a la lavandería, donde comprobamos que la lavadora giraba con todas sus fuerzas... pero no veíamos ropa en su interior, así que temimos lo peor, mas cuando dejó de dar vueltas con tanto ímpetu nos percatamos que aún estaba todo en su interior. A continuación del lavado, metimos la ropa en la secadora, pero no se secó bien toda. El lavado salió (le salió a Sandra, ya que era todo suyo) a 3,5 euros y el secado a 1 euro, aunque si hubiéramos metido la ropa en una lavadora de seis kilos -en vez de siete- la cosa hubiera salido por un euro menos.
Al regresar al hotel nos hicimos de papear (chistorras, que Sandra dejó medio crudas por lo que debimos recocinarlas, con papás fritas), y posteriormente Sandra y Carlos bajaron para conectarse (después, eso sí, de una sesión de saltos de los míos), mientras Salma continuó en su habitación reposando el lumbago (se pasó gran parte del día en cama); yo me quedé en el cuarto retocando el Diagrama de E/R, y más tarde bajé para actualizar el blog y otras cosillas.
Cenamos sopa de verduras, pero esta vez trituradas en condiciones, y no con tenedor, por lo que estaba más comestible que la anterior ocasión.
3 comentarios:
que de tiempo sin postear en tu blog, seguro que empezabas ha echarme de menos jeje. pos bueno hoy sere breve, ya que solo voy ha pedirte un favor, a ver si puedes enviarme unas cuantas fotos de vuestras andanzas, sobre todo de monumentos, para hacerme una idea de lo que me he perdido por no hacer el examen de frances >-(. que bien visto incluso podrias hacer un mini reportaje fotografico publico (y libre jeje)
Ooooooohhh!gracias el vídeooo,aun m parece mentira k estes tan lejos San :( ayss como se oia el viento y tó :S y vaya nubes....pero x lo k veo no llueve ya no?jeje
Y tu bracito como ta??ayss hay k mirar palante XD :P
muaaaakss!!se tk un webo!
saludos a los demás ^^ y cuidaros
jajaja bueno mi brazo esta bien, tampoco fue pa tanto, jajja besitos loca!!
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