A las nueve tocó el despertador (porque nosotros así lo quisimos) y Carlitos como de costumbre se resistió a levantarse. El motivo de levantarse a dicha hora, a pesar de ser puente, era aprovechar el máximo posible de tiempo.
Tras el petit dejeuner cogimos el tranvía Carlos y moi con la ropa sucia a cuestas, evidentemente íbamos a realizar la colada. Bajamos en el Hotel Police e hicimos lo que fuimos a hacer. Tras ello volvimos al hotel y tendimos la ropa como pudimos en las ventanas, puertas y silla (y eso que las metimos en la secadora) y al poco tuvimos que salirnos de la habitación para que la limpiaran. Posteriormente bajamos y mientras Carlos se quedó fumando con un compañero yo fui con Sandra y Salma, que estaban en recepción, conectadas y que llevaban un rato ya allí esperando a que limpiaran su habitación. Aprovechamos y fuimos a comprar pan -Sandra y el que escribe-, eran las una menos algo y ya estaba prácticamente todo cerrado (aquí comen a partir las doce y media), pero una panadería permanecía abierta. A la vuelta Sandra sufrió otro choque, aunque no fue mortal, simplemente pisó una hez de algún animal y se resbaló, pero mantuvo el equilibrio a pesar de llevar sandalias.
Carlos se encargó de hacer el almuerzo, éste consistió en hélices con huevo batido y atún, que no estaba nada mal (de hecho podríamos afirmar que estaba bueno). Después reposamos la comida (Carlos se echó una siestorra de las buenas) y ya por la tarde nos fuimos al Meriadeck con un compañero a realizar unas compras.
Esta noche no tengo ni idea qué comeremos, pero seguro que en el menú hay incluido sobras de la pasta y de fideos con leche (Nota: comimos un ensalada de lechugas amargas). Por mi parte pienso actualizar el blog, mirar el correo y ponerme a hacer algo con el proyecto (Nota2: y eso fue lo que hice).
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"Ninguna casualidad es casual" Carmengol
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