Turisteando el primero de mayo (Día 2)

Hoy es el segundo día en Francia y aún no hemos sufrido el choque cultural. Tenemos miedo de no experimentar claramente los síntomas de tan maravillosa expérience.

La primera conversación del día fue sobre canciones estúpidas o sin sentido, exactamente una canción de El Sueño de Morfeo, la que les llevó a la fama, que tan sólo tiene dos estrofas y el resto es el estribillo...

Después llamamos a las chicas con el teléfono de la habitación para que se fueran espabilando, de hecho despertamos a Sandra... Una vez que las chicas aparecieron y desayunamos nos fuimos para la calle, dispuestos a coger el tranvía para visitar el centro, por cierto, llovía desde la tarde del día anterior sin parar, y al parecer ningún transporte público funcionaba, o sea, que el 1 de mayo francés lo hacen en condiciones. Aún así no desistimos y nos pusimos a caminar bajo los paraguas, claro, para "turistear" lo que encartara.

Por el camino, además de encontrarnos con edificios denominados por Carlos como mamotetros¿?, descubrimos una lavandería que queda un poco lejos, pero quizás no haya otra más cerca. Nuestro camino nos llevó hasta la Cathédral St-Andre, aunque antes hicimos paradas en diversos lugares (y Sandra aprovechó un instante para darse un resbalón cuasi mortal con una merde) para hacernos fotos, entre ellos el Tribunal de Grande Instance (que está muy cerca de la catedral), cuyo edificio era sumamente extraño y original. La catedral, por cierto, es bastante bonita, y estuvimos un buen rato echándonos fotos e incluso grabando algún vídeo por sus alrededores. A pesar de que apenas dejó de llover nos lo pasamos genial.

Sobre la una decidimos que ya era hora de volver, que había que hacer de comer, no obstante hicimos alguna parada para hacer más fotos. Almorzamos muslos de pollo con patatas fritas y ensalada. El pollo lo aliñó Salma, mientras que Carlos y yo nos encargamos de pelar y cortar las papas y Sandra de la ensalada y alguna cosilla más (trabajo en equipo del bueno).

Tras comer y descansar un poco lo comido (y después que Carlos se cayera de la cama), nos fuimos en busca de Internet, ya que en la habitación aún detectándose un par de redes no es posible conectarnos, y sin embargo en recepción, además de un ordinateur dispuesto para navegar, también se detecta una red wifi en la que es posible conectarse (a Sandra y a Carlos, ya que a mí no me funciona el usb-wifi que me ha dejado este último), y allí pasamos un buen rato mirando el correo y yo al menos creando este blog (bueno, Carlos me echó una mano con unos problemillas iniciales).

Posteriormente subimos e hicimos la cena, que consistió en arroz con leche y las sobras de los nidos y de la sopa del día anterior. También hicimos los sándwiches para el día siguiente... se acabaron las vacaciones y comenzamos con el curso de idioma.