Sobre las tres y media de la madrugada nos pusimos a dormir (Carlos y yo), y a las siete nos tuvimos que levantar... Aún así no nos costó especialmente trabajo, ya que nos acuciaba el nerviosismo.
Después de desayunar nos fuimos los tres a por el tranvía, pillamos el de las 8:15. Durante el viaje éramos un manojo de nervios, aunque no lo exteriorizábamos nos carcomía las entrañas (quizá he exagerado un poco, pero, por ejemplo, yo llegué a temblar en algunos momentos). A la primera que le tocó bajarse fue a Sandra, le deseamos suerte y nosotros proseguimos hasta cuatro paradas más adelante, donde nos tocaba apearnos. Llegamos sobre las nueve menos diez, así que Carlos aprovechó para fumarse un pitillo y yo le acompañé como buen camarada. Llegó la hora señalada y nos introdujimos en el edificio, nos paramos junto a la escalera y charlamos un rato; lo cierto es que parecía (y así lo era) que estábamos intentando retrasar el momento de enfrentarnos a las prácticas, al separarnos y desearnos la mayor de las suertes se separaron también nuestros destinos (un poco exagerado).
Lo primero que hice fue buscar a monsier Shatz, mi tutor. Subí las mismas escaleras que remonté el miércoles y al final di media vuelta porque veía todas las puertas cerradas, así que bajé y pregunté a la señora de recepción, y ella muy amablemente me indicó (en francés) dónde debía ir, yo ya lo sabía. Otra vez subí las escaleras y esta vez toqué un timbre, por supuesto esto tuvo como consecuencia que me abrieran la puerta. Pregunté al chaval que lo hizo por Shatz y él me llevó hasta su despacho. Allí me explicaron entre mi tutor y otro profesor (que sabe un poco de español) lo que tenía que hacer, y esto consistía en una página Web para el laboratorio (realizo las prácticas en el Laboratoire de Chemie de Polymeres Organiques -o algo parecido-), además me comentaron que posteriormente a la Web podría realizar una aplicación para realizar algunas operaciones (que para ello ellos deberán de darme una serie de formulas). Después nos dirigimos a secretaría para comprobar si ya estaba mi pase y otras cosillas, no era así, por lo que nos dirigimos a la segunda planta, que es donde me iba a instalar, en un despacho compartido (donde me presentó a un chico de origen asiático -Chen, creo-) colocamos un ordenador y después de que me presentaran a Juan, un mejicano que está haciendo el posdoctorado, bajamos para ver si estaba todo el papeleo y también de paso pedir una alargadera, que en el despacho no hay ningún enchufe a mano. La secretaría entonces me pidió mis datos, y yo se los di. Estuve un buen rato, diciéndole todo lo que me pedía y al finalizar me dio una tarjeta para abrir las puertas y una identificación.
Subí entonces a mi lugar de trabajo (me presenté a un chaval que antes no estaba allí -y que sabe bastante español) y terminé de colocar los cables correspondientes, encendí el ordenador y me pedía una contraseña... Pregunté a los vecinos (o sea, al chaval de antes), pero ellos no la sabían, por lo que nos dirigimos a un despacho contiguo para preguntar a un hombre, mas éste tampoco lo sabía, al final tuve que ir a buscar a Shatz que con él fui una vez más hasta secretaría, y la secretaria sí que sabía la contraseña. Se la deletreó a mi tutor y subió conmigo, y al fin furulaba la cosa; de paso le pregunté que cuándo se comía (y le pedí que me rellenara el cuaderno de las prácticas), y él le preguntó a una chavala que estaba en la estancia contigua -de mi mismo despacho- qué cuándo iría, y ella le dijo que a "midi", así que quedamos que ella me avisaría y que me acompañaría para almorzar.
Hasta que la chavala me avisó (no recuerdo su nombre), instalé el Dreamweaver y comencé a experimentar alguna cosilla mirando siempre el tutorial (en francés) que me dejaron. Aunque no me dio mucho tiempo a hacer nada, ya que no tardó mucho en venir la chiquilla (por cambiar de palabra) para ir a almorzar. Tras unos intentos de comunicación (que no fueron mal del todo), esperamos a dos chavales que también iban a comer con nosotros (uno de ellos, Alexandre, sabe algo de español), y ya me explicaron dónde íbamos (al Restaurante 1), para el que debíamos coger el tranvía.
Allí había tres filas, una era para las hamburguesas, otra para los sándwiches (aunque en realidad son unos pedazos de bocadillos) y la tercera -en realidad es la del medio- dedicada a pizzas, yo elegí esta última, y por tres euros y treinta céntimos me comí una pizza y una fruta. Poco después de terminar de comer regresamos al edificio, allí Alexandre, después de tomarnos un cafetito gratis, me enseñó casi todo el edificio. Y tras ello nos despedimos y cada uno a trabajar en lo que debía; aunque cansado pasé bien las horas.
Cuando llegaron las cinco Carlos me llamó y yo bajé en su busca para partir, le dimos un toque a Sandra cuando subimos al tranvía, y nos encontramos con ella en su correspondiente parrada. Por desgracia no fuimos directamente al hotel, sino que debíamos pasar antes por el Auchan para comprar, allí estuvimos hasta las siete dando vuelta, y yo al menos estaba muy cansado.
Nada más llegar a nuestras habitaciones nos pusimos a hacer de comer (y a descongelar la nevera), nos hicimos (la hizo Carlos con mi ayuda) una ensalada de pasta que salió muy buena, pero que como suele ser habitual nos pasamos en lo que se refiere a la cantidad (pero no pasa nada, pues nosotros no tiramos nada :-) Aprés de comer y hacer algunas cosillas, bajé para actualizar el blog y mirar mi correo y tal, y me llevé una gran sorpresa al comprobar que ya habían salido los nuevos números de Qliphoth y Efímero, donde me han publicado un relato y un microrelato respectivamente.
Al final acabamos acostándonos a las tantas y hoy (martes) he estado todo el día hecho polvo... pero eso ya os lo contaré mañana.
PD: Sobre las prácticas de Sandra y Carlos no os puedo contar mucho. A Carlos le fue bien y salió contento mientras que Sandra iba algo más aburridilla, pero los comienzos nunca fueron fáciles.
1 comentario:
Que peazo cocineros estáis hechos, si fracasáis en la informática ya sabéis....
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