Nos levantó de nuevo Sandra, aunque esta vez no fue a las once, ni a las once y media, sino a las una menos cuarto...
Inmediatamente nos pusimos con los preparativos para hacer el almuerzo, éste consistió en pollo guisado (según Sandra, personalmente yo no creo que sea correcto llamarlo así), que nuestra compañera hizo y le salió mejor que mejor, incluso ella se sorprendió del resultado. Para acompañar al pollo hicimos unas patatas fritas.
Después del almuerzo Sandra se puso a hacer el puchero para la cena, y a la vez se puso con el proyecto, Carlos y yo hicimos lo propio. Así estuvimos toda la tarde.
Un par de horas más tarde (aprox.), el puchero ya estaba hecho, y parece, a la espera de la cena, ha salido bueno... y es que esta Sandra se está convirtiendo en toda un cocinera, cuando vuelva a su casa su familia no la va a reconocer.
PD: Efímera entrada, tendréis que disculparme, pero es que no se me apetece explayarme. Aunque sí hay que hacer referencia que invitamos a Rocío a comer, y que el puchero salió bastante bueno, no sobró nada para los vecinos...
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Nota: Próximamente La 3ª Entrevista.
1 comentario:
Hola, soy la madre de Sandra.
Por fin me voy a librar un poco de la cocina, ya que veo que estás cocinando tan bien cuando vuelvas a casa no vas a tener excusa para ayudarme. La verdad es que esta experiencia que estais viviendo está mereciendo la pena en todos los sentidos.
Besitos y lo de siempre, cuidaros mucho, aunque ya veo que lo haceis.
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