Monstruos pasada la media noche

La ciudad de Burdeos es tan bonita como misteriosa, cuando el Sol cae y las sombras se alzan extrañas criaturas emergen de los rincones más oscuros buscando carne fresca con las que alimentarse, vírgenes a las que sacrificar (lo tienen difícil, desde luego), o sangre y órganos frescos para realizar sus diabólicos ritos.

Poniendo en peligro nuestras vidas hemos realizado un reportaje fotográfico no apto para mentes debiluchas y personas con problemas cardíacos. Niños, abtenerse.

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El primer espectro de la noche es este que tenéis abajo, lo pillamos por casualidad, apareció por arte de magía y un avispado Carlos lo capturó con su cámara.

El siguiente no es menos terrorífico, apareció súbitamente cuando hubo desaparecido el anterior aunque no parecía tener malas intenciones...

El que "atrapamos" posteriormente sí que tenía mala leche, aunque para nuestra suerte el flash de la cámara lo asustó.

Y no sólo aparecieron espectros durante la larga noche, sino que también hizo acto de presencia una bruja de la más horrible, aunque como no encontró lo que buscaba pronto se fue volando con su escoba.

La siguiente aparición no era menos extraña que las anteriores, juzgad por vosotros mismos.

El sexto y penúltimo encuentro con un ser del averno fue más que nada curioso, puesto que resultó que eran dos seres copulando... la verdad es que nos dejó helados.

Y si el anterior nos dejó helados la última aparición nos espantó y horrorizó. Se trataba ni más ni menos que un sin cara, un terrible ser que vaga por la eternidad en la noche, en busca de su robado rostro.