Al mal tiempo, buena cara (Día 32)

El encapotado cielo, como todos estos días atrás, se mantenía intacto a pesar de unos efímeros rayos de sol que Sandra afirmó ver, mas fueron tan sólo un simple espejismo, puesto que las nubes no han querido irse todavía, aunque es bien cierto que en estos momentos se ven grandes manchas azules entre el gris general. Otra cosa que no invita a estar en la calle es el frío viento, quizá no tan frío como el martes, pero desde luego no es precisamente una brisa primaveral.

Pero aparte del tiempo el día ha sido bueno, cansado, sí, pero bueno. La noticia más destacada, creo yo, es que Carlos se ha levantado temprano... ¿No os lo creéis? Bueno, lo hizo, pero fue por obligación, ya que debía ir más temprano al trabajo por culpa de que se va a quedar sin ordenador propio (al menos un tiempo), así que tenía que llevarse su portátil para copiarse los archivos que tenía en el otro.

Hablando de las prácticas, mi compañero ha trabajado duro hoy, o eso me ha dicho; mientras que Sandra no sé, ya que lo que me dice suele hacerlo en el tranvía, y como que no voy a estar con una libretita apuntando todo lo que merezca ser reseñado. Ya les he dicho a ambos (y a Salma) en más de una ocasión que escriban lo que hacen para así facilitar mi trabajo... mas se ve que no le entran ganas a ninguno de hacerlo, y eso conlleva que apenas ponga un par de líneas de ellos sobre el trabajo.

Respecto a mi jornada, pues como he dicho ha sido buena, cansada y tediosa a ratos, pero buena. Durante la mayor parte del día me he dedicado a coger imágenes de un documento .pps y pasarlas a .jpg, .gif o .png, según me iba conviniendo; esas imágenes las he usado en las distintas páginas Web, a las que he hecho prácticamente todas las modificaciones que me pidió Schatz, además creé un esquema para la página principal y, ya por la tarde, realicé varias versiones de ésta avec distintos colores, para mañana mostrársela a mi tutor y Sebastien y que ellos me digan si les gusta alguna en especial.

Nos topamos con Sandra en Hotel de Ville, ésta había cogido justamente un tranvía antes que el nuestro, y se había parado en Musée de Aquitaine para en una tienda cercana comprar un dedal para una tía (si lees esto decirte que no dejes que te time, que no le ha costado más de cinco euros, así que pídele la vuelta :-)

Paramos en Meriadeck para comprar pan, pero al final acabamos comprando salchichas de Toulusse (muy grandes, como le gustan a... alguien -_-), una lasaña de a kilo y queso batido o algo similar (la curiosidad hizo que lo comprara Carlos, es un kilo y vale un euro, y sabe a yogur natural sin azúcar). Justo después de la compra partimos raudos hacia el hotel... Y ya aquí escribo estas líneas que espero sean dignas de leer ;-)

Esta noche comeremos papas aliñadas y las salchichas, una cena que se presume será rica.

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Comentaré ahora otra cosa completamente distinta y que nada tiene que ver con nuestro día a día. Y es que, como seguro que ya habréis leído o vistos en los medios españoles, en Holanda ha tenido un canal de televisión la maravillosa idea de crear un reality show a lo "Gran Hermano", cuyo premio no es otro que un riñón...

Según he leído en el diario Metro, el programa (cuyo nombre y canal no diré para no hacerle más publicidad) consiste en que un enfermo terminal (en este caso se trata de una mujer) donará un riñón al afortunado que gane el "show", y que serán los espectadores a través de mensajes de texto los que decidirán quien se llevará el apreciado órgano.

Creo que no hace falta decir que quienes hayan hecho y financiado el invento son unos tipos que carecen de moral, pues enriquecerse como lo harán a costa de unos enfermos, probablemente personas desesperadas por conseguir un órgano antes de que sea demasiado tarde, es de lo más rastrero que puede hacer cualquiera. Y es que por desgracia el mundo en el que vivimos cada vez se parece más a esas películas y libros de ciencia-ficción que describen un mundo oscuro, donde nuestras vidas valen más bien poco por no decir nada, por lo que la dignidad humana todavía sale más barata. Ahora todo vale con tal de conseguir el máximo beneficio posible.